domingo, 14 de diciembre de 2014

El reino de las Tres Lunas


            El reino de las Tres Lunas:
      Aldo y Laura llegan a nuestro tiempo 

Ultimamente en mi clase hemos leído el libro "El reino de las Tres Lunas". Esta entrada está relacionada con un trabajo individual que tengo que hacer. Así que espero que lo disfrutéis.
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Cerca del reino de las Tres Lunas se encontraba un hermoso estanque llamado el "estanque encantado". Las canciones de los juglares hablaban sobre aquel estanque, decían que si te acercabas a el, nunca volverías a ser visto por ninguna otra persona. No todos se creían estos rumores, sobretodo en el palacio. 
Después de que el nombre del reino pasase a ser "El reino de los Tres Soles", todo el mundo vivía en paz. La alegría fueras donde fueras estaba allí. Laura y Aldo al haberse reencontrado decicdieron casarse y hacer una vida juntos. Su boda iba a ser la boda con mas invitados de la historia ya que acudirían: todos los habitantes del reino, el rey Olav, Malkiel, Estrella y muchos mas. Tan solo faltaba un día para la boda y, Aldo y Laura estaban nerviosos. Aldo para relajarse y relajar a Laura también, la llevó a dar un paseo.
Mientras caminaban Aldo le cantaba canciones a Laura y ella se ponía roja al escucharlas. Hubo un momento en el que Laura tuvo calor y vio a lo lejos un hermoso estanque, así que se dirigió allí para refrescarse y Aldo la siguió. 
Pero cuando Laura tuvo el mínimo contacto con el agua el estanque empezó a temblar y una fuerza los empujo y cayeron dentro de el.  Al cabo de unos segundos cayeron en una fuente. Estaban muy asustados y tenían frío. Yo que ese día había ido a a pasear por el Retiro  con mi familia, vi a una gran multitud de gente riéndose por algún motivo que yo desconocía. Yo y mi madre nos acercamos a ver lo que estaba sucediendo. Nos abrimos el paso entre la multitud hasta que llegamos a la fuente allí vimos a dos jóvenes: una chica y un chico. Estaban abrazados y temblando de frío, a mi me dio pena ver como todo el mundo se reía de ellos y al parecer a mi madre también porque alzando la voz dijo:
-¿No os da vergüenza rieron de otras personas? ¿A caso todos somos perfectos?.
Al oír esto mi padre y mis hermanas se acercaron y todos juntos cogidos de la mano formamos una barrera alrededor de ellos, de este modo todo el mundo empezó  retirarse.
Una vez se fueron, los ayudamos a salir de la fuente y ellos nos lo agradecieron. Yo pensé en que llevaban una vestimenta muy extraña, pero me dio igual y les preste atención.
El joven dijo que se llamaba Aldo y la chica dijo que se llamaba Laura. Yo no sabia porque pero esos nombres me sonaban, intente recordar pero no pude. En un acto de torpeza moví mi mochila y se cayeron mis cosas, avergonzada empezó a recogerlas y vi el libro, el libro del Reino de las Tres Lunas. Pensé rápidamente y enseñándoles el libro dije: -Pero si sois vosotros! Sois Laura y Aldo! 
Ellos impresionados cogieron el libro y empezaron a leerlo minuciosamente y descubrieron que efectivamente aquel libro narraba la historia de su reino, en el se encontraban todos los detalles de sus vidas. Mi familia y yo les invitamos a pasar el día con nosotros y aceptaron. Fue impresionante escuchar sus historia y lo que mas me gusto fue que Aldo cantase algunos poemas. Durante el día nos montamos en las famosas barcas del retiro, alimentamos a los peces y nos hicimos un montón de fotos. Fue muy gracioso observar como Laura encendía el móvil, estaba perdida y le daba a cualquier botón, hasta que encontró el botón de encender. Al anochecer  ellos nos comentaron que mañana era su boda y que tenían que irse. Todos pensamos detenidamente preocupados porque no sabíamos como lograr que Aldo y Laura pudiesen volver. Mientras todos estábamos en silencio Laura y yo nos miramos y dijimos en voz alta: -Tenemos que volver a la fuente!
Con gran rapidez nos dirigimos a la entrada principal del parque en dirección a la fuente.
Cuando llegamos lo único que pudimos hacer fue darles un gran abrazo y despedirnos, Aldo le cogió la mano a Laura y se pusieron en el centro de la fuente. Yo cruzando los dedos desee que la magia existiera, así ellos podrían transportarse a su reino.
De repente un gran destello de luz los rodeo y desaparecieron....De camino a mi casa recordé todo lo vivido ese día y en el fondo de mi corazón les desee toda la felicidad del mundo. Y lo mejor fue que ese día averigüe que la magia  existe. :)

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