jueves, 12 de marzo de 2015

No sirvo para nada



 No sirvo para nada

Demasiados fallos para que saliera bien. Demasiadas ideas falsas para esperar un final feliz. Demasiado pendiente de los demás. Por encima de todo cometemos el terrible error de compararnos con los demás, creyendo en que somos inferiores a ellos solo por tener un talento. Si al menos tuviésemos dos o tres...pero ¡uno! ¿Quien puede competir en tal inferioridad de condiciones? 
Lamentablemente muchos caemos en la misma trampa y nos creemos la mentira de que necesitamos grandes dones para vivir una vida significativa. Y como no los tenemos deducimos que seguramente tampoco los merecemos. Y así nos hundimos en complejos e ideas erróneas respecto a nosotros mismos y a los demás, y aterrizamos en un estilo de vida y apariencias, tratando de demostrar que valemos más de lo que realmente creemos, y por dentro somos inseguros, retraídos y si fuéramos sinceros diríamos que tenemos dificultades de relacionarnos con los demás.
Pero curiosamente, los demás no te ven como tú te ves. No se trata de cuántos talentos tienes sino que haces con lo que se te dio. Porque si gestionas bien lo que tienes puedes vivir una vida muy significativa, como el que más.
Por eso te aconsejo que no te escondas ni trates de disimular tus diferencias con los demás. no busques esconderlas, ni pierdas el tiempo justificándolas. Cuando las tapas o escondes, no logras nada. Trabaja con tus habilidades. Ellas son la puerta para que toda la felicidad se manifieste en tu vida.

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